domingo, 20 de noviembre de 2016

Esperáis  constantemente que el malestar y el sufrimiento desaparezcan de un plumazo.  Y, además, que desaparezcan en el mismo nivel de conciencia en el que se producen.
Esperáis que una frase ingeniosa os sane y salve, que otro (o incluso un objeto) llegue con una varita mágica y os haga felices.
Esperáis que desaparezca de vosotros la angustia manteniendo sin embargo la euforia, cuando esto es un imposible.
Creéis, nublados por este mundo de apariencia veloz y constante información, que estáis en el camino correcto. Y en realidad, el vacío que sentís os puede.
No hay dos recetas iguales para alcanzar la plenitud; cada cual tiene la suya. Desestima las recetas generales y facilonas. 
Ten el coraje de buscar  Quién Eres, indaga en tu individualidad para alcanzar el Entendimiento.  Por este camino llegan el bienestar, la paz y la sonrisa permanente.
Del mismo modo que no puedes curar una fractura de tibia y peroné por ti mismo y sin dolor, tampoco puedes emprender el camino hacia la plenitud por ti mismo y sin esfuerzo.  Muchas y enormes  son las trampas que tu mente esconde.

                                                                           (20/11/2016)

                                                                        Diego Ruiz Curiel

No hay comentarios:

Publicar un comentario